Empezamos la jornada en Milan Fashion Week con el desfile de Max Mara. Me alucinó el contraste de la escenografía con la temporada de la que estábamos hablando; Mientras salían modelos con las propuestas de Otoño Invierno, el fondo se cubría con olas, me gustó mucho porque me recordaba a mis inviernos de Canarias, con el mar siempre de fondo. Prendas XL, abrigos que llegaban a los tobillos recogidos en la cintura con un cinturón, o bien, con las manos de las modelos, me gustó mucho la forma de caminar de las modelos, muy elegantes. En los complementos destacaban los zapatos planos – Mocasines con borlas-, bolsos extra grandes y gafas de pasta de estilo “Cat Eye” Los colores muy suaves, Camel, verde, blanco, gris… y estampados tan clásicos como la pata de gallo o el print de leopardo bañado en un verde muy suave. Tejidos de Mohair, guateados, faldas por debajo de la rodilla muy esbeltas, jerséis ajustados semitransparentes y escotes palabra de honor con sujetadores en pico, muy sesentas.

Pero todas estas referencias; La playa, los abrigos ajustados a la cintura con las manos de las modelos, las gafas de pasta, los sujetadores en pico y la gama cromática tienen un nexo en común y es que toda la historia que ha querido contar Max Mara está enmarcada en las últimas fotos que Barris le hizo a Marilyn Monroe en la playa. Aquí puedes ver una de las fotos de este shooting.